domingo, 6 de abril de 2014

ALGO HUELE A REPRESIÓN SUCIA EN ESPAÑA

No es la hora de los historiadores pero, en el balance de estos tres años de protesta social, ya hay suficientes datos sobre el papel jugado por las fuerzas de orden público. Grosso modo, han respondido a los últimos fenómenos masivos de indignación social y política ―desde el 15M de 2011 al 22M de 2014― con tres tipos de represiones: la represión “legal”, que ejerce una patrulla policial desplegada en la calle, con o sin antidisturbios, con o sin proporcionalidad y no pocas veces extralimitándose; la burorrepresión, que pretende desalentar e intimidar a los movimientos sociales con multas y trabas legales por ejercer derechos fundamentales como los de reunión y expresión; y la represión “sucia”, la que se lleva a cabo de forma opaca, normalmente a través de una labor previa de infiltración de agentes policiales en las organizaciones que dinamizan los movimientos sociales, so pretexto de prevenir con “inteligencia” las manifestaciones potencialmente violentas, y con el fin (lógicamente inconfesable) de provocar el descrédito de los activistas ante la opinión pública, manipulando desde dentro sus métodos y mensajes o desencadenando actuaciones que justifiquen la contundencia de la represión “legal” o incluso hermoseen su brutalidad. (klik egin-ver más)
Pedro Oliver Olmo, en Diagonal

No hay comentarios:

Publicar un comentario