Vaciar las calles a palos y a multazos es la forma de hacer política social del Partido Popular. Así lo entiende, entre muchos otros cargos públicos, la delegada del Gobierno en Navarra, cuya espuria presencia en la vida política padecemos. Se nota de lejos que quiere hacer méritos dentro del régimen policiaco que ha ido urdiendo su partido y lo está consiguiendo. Su capacidad política se reduce a ser un instrumento de represión del Ministerio del Interior y a figurar en mojigangas, entre uniformados y ensotanados. Resultan repulsivos. (klik egin-ver más)
Miguel Sánchez-Ostiz, en Diario de Noticias
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