
Desde finales del siglo XIX, la familia Vidaurre elabora en sus hornos estas tortas dulces con chicharrón de cerdo -txintxorra en euskera-, que ha popularizado el éxito literario en toda la región. "En las épocas de matanza, entre San Miguel –finales de septiembre- y San Antón –mediados de enero-, las gentes del pueblo llevaban al pequeño horno de mi bisabuelo los restos fritos de la manteca del cerdo. Ésta se mezclaba con una masa de pan, que se horneaba y endulzaba con azúcar y canela", recuerda Josemari, la cuarta generación de los Vidaurre con las manos en la masa. (klik egin-ver más)
Guía Repsol
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