Ha tardado una década en construirla, pero Antonio Galván, alcalde de Calzadilla y senador del PP, cumplió su promesa: una plaza de toros que ha costado 1,4 millones de euros, frente a los 938.000 euros de ingresos anuales que recauda el Ayuntamiento en este pueblo cacereño de 900 habitantes.
Pero ahí estaba la gente abarrotando las gradas en la inauguración de hace unos días, con la gente del PP de la comarca arropando al senador, junto a cientos de vecinos de los pueblos cercanos que aplaudían desde las gradas relucientes las salvajadas que sufrían los animales en la arena reluciente bajo el sol extremeño.
Otra Marca España del surrealismo más profundo que sigue caracterizando a esta España retratada por Buñuel o Berlanga. Un país de moscas que no acaba de quitarse la boina para que corra aire fresco y nuevo.
El Ventano
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