
¿Por dónde hay que empezar?
Por oponerse a la aplicación de la LOMCE que, además, no cuesta dinero. Confío en que el propio ministro se dé cuenta de que esa ley es una aberración, por el bien del propio PP. Al próximo Gobierno, sea del signo que sea, le pediría una cosa muy básica pero que no ha hecho nadie: que consulte a los docentes y a todo el personal implicado. Aunque se tarde más en reformar la ley, que se haga con fundamento. (klik egin-ver más)
Diario de Navarra
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