sábado, 10 de junio de 2017

PACIFICAR EL ESTADO

La resolución de los conflictos existentes desde la perspectiva de Euskal Herria (la Zona Especial Norte como denominación “oficial” de nuestro mapa imaginario) pasa por momentos de luces, pero también por ciertos enquistamientos que, tal vez, provengan de la forma de entender las relaciones políticas y sociales. Parece novedoso la forma en la que ETA y los agentes mediadores (Lokarri,  Foro Social Permanente, CIV, Artesanos y otros) han resuelto la carencia de implicaciones claras de los estados francés y español en el proceso de paz. La imagen de una organización armada obedeciendo un mandato popular es sin duda positiva y expresa que lo político está por encima de lo militar. Pero si bien no deja de ser innovador y valiente el proceder de pacifistas y mediadores, la resolución sigue rotando en el paradigma maximalista de la legitimidad de la violencia de Estado, al que definitivamente se entregan unas armas. El significado de la paz, una paz revolucionaria, pasa, en mi opinión, por el cuestionamiento de este modelo absolutista, caduco y ficticio de legitimidad; si se quiere realmente un cambio en que lo político prime por encima de lo militar en las relaciones internas y entre los pueblos.  (klik egin-ver más)
Víctor Abárzuza Fontellas

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