
Muchos de esos exiliados republicanos acabarían en campos de concentración en Argelia, o forzados a trabajar en pleno desierto por el gobierno francés filonazi de Vichy instaurado en 1940. A gran parte de ellos se les aplicó luego la ley de Compañías de Trabajadores Extranjeros (CTE) por la que los solicitantes de asilo debían trabajar obligatoriamente para el Estado en distintas tareas, siendo una de ellas la construcción del Ferrocarril Transahariano, que pretendía enlazar Níger con el Mediterráneo atravesando el desierto. (klik egin-ver más)
José Carlos Huerta, en infolibre.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario