
No tiene que ser una época sencilla en la sede de la plaza Príncipe de Viana, en la medida en que, con sus errores, el cuatripartito está aguantando con solvencia el devenir de la legislatura, con unos marcadores económicos que sin ser para cantar ninguna victoria sí que son lo suficientemente dignos como para que por ese flanco sea imposible atacar. Esto, la debacle en Madrid del PP socio presupuestario, la llegada del PSOE y la difícilmente vendible connivencia con un partido como Ciudadanos se unen al desgaste que supone estar en la oposición, a la imagen ya bastante desgastada de un líder que viene de gobiernos de UPN con errores graves de gestión y a la sensación de estar ante un partido que ni encuentra gente nueva que pase al primer plano y enganche al electorado ni sabe muy bien qué hacer para recuperar siquiera uno solo de los apoyos perdidos en 2015. Muchas vueltas a la cabeza y a más cosas van a tener que dar para encontrar las teclas adecuadas.
Jorge Nagore, en Diario de Noticias
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