A principios de los años 80, conocí a un hombre fuerte, entrañable, sencillo, a Carmelo Akarreta Ramírez. Buen Tudelano, Vasco Navarro de pro, amante de su tierra, solidario con los suyos y Cristero sin ser religioso. Hombre aficionado a la lectura, a las pochas y al tinto navarro, socio de Beterri.
Hace unos días con 87 años falleció en su Tudela querida, con serenidad, habiendo pasado a lo largo de su vida en difíciles circunstancias.
Seguro que nuestro amigo Montxo, allí donde este te habrá guardado un sitico.
Carmelo, eskerrik asko zure laguntzagatik eta beti arte.
Jose Mari Blanzako, en Plaza Nueva
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