Los dos parlamentarios de Podemos decidieron votar en blanco en la última de las votaciones, donde se decidía si EH Bildu entraba o no en la Mesa. Sus votos eran irrelevantes, puesto que entre Geroa Bai, EH Bildu e Izquierda-Ezkerra tenían suficientes. Pero el gesto es de calado, pues hacía pública la postura que habían mantenido en las negociaciones a puerta cerrada, donde llegaron a proponerse ellos para ocupar ese puesto dejando fuera a EH Bildu.
En las explicaciones que realizó Eduardo Santos, secretario general de los morados, dio por bueno el marco excluyente que impone el PSN. «No se trata de castigar a nadie. EH Bildu no está en esas negociaciones porque quien lidera esas negociaciones de las que, presumiblemente, puede salir un acuerdo de Gobierno es el PSN. Ahí están las fuerzas que son y tienen esos 23 escaños y son las que deberían tener esa mayoría en la Mesa», explicó tras el pleno.
La postura de Podemos contrasta con la mantenida por Marisa de Simón (I-E), que se alineó de forma clara con las tesis de Geroa Bai de que la implicación de EH Bildu resulta necesaria. Así, en los días previos al Pleno, cuando se cerraba la puerta y comenzaban las discusiones, había dos posturas. En un lado, el PSN y Podemos apostaban por la exclusión de EH Bildu. En el otro, Geroa Bai e I-E apostaban por una Mesa plural que allanara un Gobierno que piense más en 30 escaños que en 23.
Aritz Intxusta, en GARA
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