Impresiona pasar por el barrio de “Venecia”, la calle Ujué, el “Chino” o la Feria y ver tanta solidaridad. Gente muy joven, pero también mediana y madura, que trabaja a destajo para volver a la normalidad a la que dio un revolcón el lunes una tormenta histórica que dejó 100 litros de agua maldita en menos de cuatro horas, que volvió loco a un discreto río Cidacos que como hace 76 años se tragó casas e inundó hasta el convento de los franciscanos, una historia que ya me había contado una y mil veces mi padre y ahora revivo, sin incredulidad, en propia carne. (klik egin-ver más)
El Olitense
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