martes, 4 de febrero de 2020

AUGE Y CAÍDA DE CIUDADANOS

Cuando todo acabe -supongo que en las próximas generales-, alguien debería escribir un libro sobre el auge y caída de Ciudadanos. A ser posible, que lo haya vivido desde dentro. Sin análisis profundos ni reflexiones de alta política, sino algo en clave de humor, que es lo que le pega.
El basurero de la historia de nuestra Transición modélico-chachi-pistachi y el consolidado bipartidismo posterior están llenos de partidos de centro que, ingenuos ellos, pensaron que el éxito (efímero) de UCD se podía repetir y, sobre todo, que entre los dos mastodontes había hueco para ellos: el CDS de Suárez, el Partido Demócrata de Garrigues Walker, el Reformista de Miquel Roca, UPYD... Cuántas equidistancias desperdiciadas, cuántos proyectos de regeneración (siempre anuncian eso, les encanta) estrellados, cuántas ilusiones de pisar moqueta frustradas. Por supuesto, cada uno de esos partidos ha tenido su propia historia, su propia tendencia hacia la izquierda (los menos) o derecha, y, sobre todo, su propio método de autodestrucción.
En el libro de Ciudadanos no podrá faltar el dato inicial de que su salto desde Cataluña se produce cuando el gran capital descubre horrorizado que el PP se hunde, consumido por la corrupción -bajará de 186 escaños en 2011 a 66 en abril de 2019-, y algo hay que hacer para no perder esos votos: se estrena en una nuestra joven democracia el concepto partido-palangana-bajo-la-gotera.
Ciudadanos triunfa (relativamente) y la derecha no se desmorona. Misión cumplida. Pero, ay amigo, las sumas no dan. Y ahí empiezan las dudas, los bandazos y los males. Por resumir: purga va; veto a un gobierno con el PSOE cuando salen las cuentas; cabreo del establishment, que prefería eso como un mal menor; purga viene; huida en masa de los moderados; purga vuelve; hundimiento en las elecciones, dimisión de Rivera; purga preventiva; la inefable Arrimadas al frente de los últimos de Filipinas; y la gran purga final. Una Arrimadas que, como resume alguien, cree que va camino de ser otra Margaret Thatcher y en realidad va a acabar siendo otra Rosa Díez.
El caso es que parece que el PP ha cerrado sus goteras -quien no se ha ido con toda la mierda que ha salido ya no se va-, lo cual reduce a Ciudadanos a ser un incordio resta-votos. Hora de que haga mutis por el foro. Y de que lo leamos en un buen libro. En clave de humor.
Tomás de la Ossa, en Diario de Noticias

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