Fue en 1967 cuando las puertas de el restaurante El Maño abrió sus puertas al público por primera vez. Por aquel entonces Jesús Rabal Lanaspa, natural de Jaca, era transportista y acostumbraba a pasar por la parte baja de Pueyo. En uno de sus viajes, se fijó en una antigua venta derruida, que con el tiempo adquirió y transformó junto a su mujer Irene, y sus dos hijos María Ángeles y Jesús en lo que hoy en día habita en dicho terreno: el restaurante El Maño. El nombre de este establecimiento no fue escogido al azar, ya que es el mote por el que se le conocía a Rabal Lanaspa cada vez que pasaba por allí. (klik egin-ver más)
Diario de Navarra
No hay comentarios:
Publicar un comentario