Todo fue muy rápido, cerca del paraje de Laputsegaraia los agentes comenzaron a disparar y uno de aquellos jóvenes, Miguel María Iturbide Elizalde, del caserío Jangoneko Borda, fue abatido por los disparos. Murió en el acto. Tenía 16 años. Los otros dos acompañantes, los hermanos Jesús y Juan Pedro, de Iruingoborda se dieron a la fuga, mientras los agentes dispersaban el ganado, que quedó pastando por los alrededores.
A las pocas horas, al levantar el cadáver, apareció una pistola junto al cuerpo de Miguel María. La Guardia Civil testificó que Iturbide había disparado a los agentes y estos respondieron, en defensa propia. Más tarde también dijeron que se trataba de un miembro de ETA, que quiso atacar a la Guardia Civil y estos lo abatieron. En aquel entonces, la organización armada todavía no había llevado a cabo ningún acto armado. (klik egin-ver más)
Fernando Anbustegi, en Diario de Noticias
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