viernes, 4 de marzo de 2022

OLEADA DE VIOLENCIA EN MARCILLA


        Así titulaba una imagen que se difundió por grupos y estados de algunas redes sociales, convocando una concentración para «mostrar el malestar de la población» y «por un pueblo seguro». En el texto, también se añadía como motivo «la oleada de violencia, vandalismo e insinuaciones a niñas menores de edad», tal y como decía también hace no mucho un rótulo en un programa de cierta cadena que acudió a nuestro pueblo. Ilusa de mí, creía que había llegado el momento; ese momento en el que por fin se reconocían por parte de vecinos y vecinas los comentarios, las insinuaciones, las miradas y los gestos, los insultos, los silbidos, las persecuciones hasta el portal, los tocamientos, los agarrones, la droga en la bebida, las presiones, las faltas de consentimiento, el aprovecharse del estado de embriaguez, o cualquier otra situación que nos ha hecho toda la vida volver a casa con las llaves y el móvil en la mano. Vosotras ya sabéis de qué estoy hablando, esto siempre ha sido así, y no sólo se ha dejado pasar, sino que está normalizado y normativizado.   (klik egin-ver más)

Nerea Pejenaute, en GARA y DIARIO DE NOTICIAS  (13-1-2022)

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