Ayer en sede parlamentaria intentó explicar lo inexplicable. Que es lógico que un concejal determine qué medios de comunicación deben estar en una biblioteca y cuáles no.
Pues no, señor Corpas, no tiene razón. Sus argumentos no son de fuste. La libertad y la labor de los técnicos bibliotecarios debe ser salvaguardada de las manazas de algunos políticos.
Para el que quiera oír los peregrinos argumentos del consejero: Tienen que ir al cuarto punto del orden día de la Comisión de Cultura
Patxi Telletxea (Herrigintza)
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