Desde hace unos años ha habido una importante discusión acerca de qué era o qué representaba NaBai. Las voces que se han dejado oír sobre esta cuestión han sido muchas, pero en realidad se podrían resumir en dos líneas de argumentación diferentes. La primera afirmaba que NaBai no era sino una unión temporal de partidos políticos. Según ellos, NaBai era la suma de los partidos políticos que la integraban y perduraría en la medida en que a esos partidos les interesara. Se trataba de una apuesta táctica para afrontar una situación coyuntural a la espera de que los tiempos y las alianzas pudieran cambiar.
La segunda, por el contrario, defendía que NaBai era una apuesta estratégica, construida para dar respuesta al que era (y sigue siendo) el sector mayoritario del abertzalismo y el vasquismo en Navarra: el de quienes ya no se sentían cómodos ni representados por un partido y querían una nueva manera de actuar en política. El de quienes estaban cansados del enfrentamiento constante, del ruido y la bronca que caracterizaban a la política vasca en general, y a la navarra en particular. El de quienes querían construir a partir del respeto y del reconocimiento de la pluralidad y la complejidad de una sociedad como la navarra, en pleno siglo XXI. El de quienes apostaban de verdad por una nueva cultura política que debíamos construir en el día a día entre todos y todas, con la colaboración de la ciudadanía, pero demostrando que éramos nosotros y nosotras los que podíamos cambiar en primer lugar. (klik egin-ver más)
Álvaro Baraibar, miembro de Zabaltzen (en zabaltzen.blogspot.com)
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