1. La revuelta Libia, a diferencia de las ocurridas en otros países árabes, derivó en un enfrentamiento militar con apoyo extranjero. ¿En qué medida ha resultado ser un proceso autónomo o un proceso impulsado desde el exterior? ¿Estamos ante un nuevo Irak?
La insurrección había sido preparada desde hacía varios años en París y sobre el terreno por los servicios secretos franceses (Libero, Italia, 24 de marzo). La CIA también estaba muy activa en el este de Libia desde varios meses antes de la manifestación de Bengasi. Igual que cientos de agentes británicos del SAS (Daily Mirror, 20 de marzo). El International Herald Tribune del 31 de marzo habla de una «amplia fuerza occidental en acción en la sombra», antes del estallido de las hostilidades el 19 de marzo. En realidad, las potencias occidentales han organizado un conflicto para derribar un régimen que les resultaba molesto. Para conseguirlo, se han servido de grupos de oposición presentes sobre el terreno. Sin la OTAN, éstos no habrían podido imponerse nunca en Libia. (klik egin-ver más)
Michel Collon (en La Haine)
No hay comentarios:
Publicar un comentario