Ahora, con las lluvias caídas en Noviembre, andar por Candaraiz no es andar por Candaraiz. Es adentrarte en un paisaje mágico donde el silencio es absoluto y el tiempo se ha parado. Todo es verde y suave. A lo lejos vemos a un cazador que debe de estar a la perdiz. Parece que no se atreve a disparar para no estropear el encanto. (klik egin-ver más) Tafalla a Pie
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