La cara más amarga de la crisis no siempre está en la cola del paro. A veces, se encuentra en un proceso de despido largo con una pelea desesperada. Es lo que ocurre en Cotalsa, en Agoitz, donde 25 personas acuden diariamente a una fábrica sin luz y sin cobrar desde agosto. El dueño está desaparecido y la carta de despido no llega. (klik egin-ver más)Aritz Intxusta, en GARA
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