
Por estas razones, me parecen un brindis al sol las soflamas a favor del cambio,
si no se reconocen con claridad los problemas del centro-izquierda navarro para
forjar una alternativa y si no se afrontan con seriedad los instrumentos del
cambio. Y, a día de hoy, no veo esta actitud en las fuerzas
nacionalistas-vascas. Tampoco veo un PSN con un rumbo claro de izquierdas y en
condiciones de co-liderar el cambio necesario y de crear un clima positivo que
arrastre al nacionalismo-vasco a un proyecto integrador, de fuerte preocupación
social y coherente frente a la derecha. Y aquí es donde tropezamos con la
incapacidad de la política (por parte de las izquierdas) para desatascar los
problemas de fondo y para tomar un rumbo acorde con los cambios y las
necesidades actuales de nuestra sociedad.
Sin embargo, ésta es la
cuestión. Planteada, además, con una gravedad acuciante, pues están en juego la
consolidación del Estado de Bienestar y una salida social y justa a la crisis.
Este es el principal reto de las fuerzas partidarias de una alternativa al
centro-derecha: reconocer la realidad navarra, marcada por la profunda
pluralidad identitaria fruto de los diferentes sentimientos de pertenencia, que
provoca la fragmentación político-electoral existente en el centro-izquierda;
tomar conciencia de que si no se logra la unidad de todas estas realidades
fragmentadas no hay alternativa al centro-derecha.
(klik egin-ver más)
Jesús Urra, en Berrituz
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