
Una presidenta, por cierto, que no debería hablar tan
alegremente de analfabetismo cuando ella es incapaz de decir una sola
frase en euskera, una de las dos lenguas de Navarra. Si no le cegara su
antivasquismo y quisiera ser realmente presidenta de todos los navarros y
navarras haría algún esfuerzo por aprender la lengua vasca. Como no
acepta la realidad cultural de esta tierra, tiene la desvergüenza de
seguir siendo analfabeta en euskera y, encima, dar lecciones sobre
idiomas a la UPNA. Lamentable.
Leire Etxandi, en Diario de Noticias
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