sábado, 18 de febrero de 2017

MONUMENTO A LOS CAÍDOS (NAVARRA A SUS MUERTOS EN LA CRUZADA)

A mí me parece que la imagen del Monumento a los Caídos, por todo lo que representa, es patética. Es la exaltación del pensamiento único; un canto a la gloria y honor de los defensores del fascismo en Navarra. Es una imagen sombría, dolorosa, no sólo por lo que representa, sino también por cómo lo representa. La imagen, tanto externa como en el interior, está adornada de inscripciones golpistas, de pinturas de exaltación del nacional-catolicismo. La cruz y el fusil como alternativa a la libertad. Es también un aviso a caminantes. (klik egin-ver más)
Iñaki Beaumont Olaberri, en Diario de Noticias

1 comentario:

  1. Efectivamente Iñaki, “algo se está haciendo rematadamente mal…” y no sólo porque estos mamotretos sigan en pie, que sería lo menos pernicioso del asunto: son peor, mucho peor, las ideologías de ciertos partidos políticos y políticas y leyes de ciertos gobiernos y sermones en iglesias y arengas en cuarteles y adoctrinamiento en los mass media que permiten su vigencia tal y para lo que fueron construidos. Tal es así que hasta el mismísimo “valle de los caídos” sería un lugar inocuo en un país avergonzado de su pasado y que ha reparado lo ignominioso de él.

    Hicimos mal en aceptar una Transición de “libertad sin ira” que sólo fue una mascarada que hoy ya no engaña a nadie más que a los tramposos y cómplices que la diseñaron. Hicimos mal en continuar bajo una monarquía que además de haber sido impuesta por el mayor criminal de los últimos 80s años, Franco, y no ser democrática porque es monárquica, juró defender los principios del Glorioso Movimiento Nazional, cosa que cumple a rajatabla. Hicimos mal en creer que bastaría con sumar los nombres de las víctimas del terror nazional católico a las lápidas y placas de “los caídos por la patria” para conseguir una reconciliación pero con justicia: hoy las cunetas siguen como siempre, llenas, y los verdugos en los altares.... Y seguimos haciendo mal cuando pretendemos hacer del “todas las víctimas” un continuar con los errores del pasado, manteniendo el mismo irracional mensaje que hasta ahora se ha sostenido para los “caídos por la patria” y que es el que se utiliza para con “las victimas del terrorismo” (de ETA). Porque si no lo estuviéramos haciéndolo mal no estaríamos hablando de desmantelar ese mamotreto homenaje a víctimas y verdugos del bando nazional católico, si no que nos conformaríamos con sumar a él las víctimas que provocaron, las que siguen, todavía, 80 años después, en cunetas de tierra y de no reconocimiento.

    Dudo sobre preguntar a la ciudadanía: la ciudadanía no ha sido desintoxicada institucionalmente de la tenaz mentalización a la que fue sometida en la dictadura y que se sigue transmitiendo a las nuevas generaciones. Una dictadura militar y religiosa que basta acercarse a ciertas sedes políticas, cuarteles, iglesias y medios de comunicación para acreditar que continúan erre que erre.

    Tenemos la oportunidad de romper ese infame muro de acero que todavía sigue intacto y que se simboliza con la cruz y el tricornio. Tenemos la oportunidad de restituir la memoria de la República y de las víctimas republicanas. Desmontemos, pues, ese mamotreto de odio y muerte y construyamos ahí mismo una plaza abierta, diáfana, limpia… en la que una figura central, –algo similar al monumento a los Fueros-, una estatua de mujer representando a la Republica y donde se recuerden a las más de 3000 víctimas mortales en Navarra del –con estas palabras- TERRORISMO NAZIONAL CATOLICO. Una plaza cuyo nombre sea PLAZA DE LA REPUBLICA

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