Contra todo pronóstico y poniendo muy por encima de su beneficio personal, el bienestar del resto de ciudadanos. Conocidos y desconocidos. Por esas personas que dieron el do de pecho durante las semanas más duras del confinamiento y por aquellas que no permitieron que el miedo dejará de lado su responsabilidad. Hablamos de policías, sanitarios, trabajadores de supermercado...
Mikel Salinas Erasun, propietario del bar Kantxa, en Juan de Labrit, uno de los cogollos de los Sanfermines, ha tomado una decisión que, sin duda, no ha sido sencilla. Cerrará las puertas de su negocio el 6 y 7 de julio, los días más importantes de las fiestas. No va a ser el único. El bar Los Burgos de Iruña, en Navarrería, tampoco va a abrir los días 6,7 y 8 a pesar de que ya tenía reservas.
Ambos hosteleros se negarán a cocinar almuerzos para poner en valor una palabra que bien merece ser remarcada en los días en los que nos estamos moviendo: responsabilidad. Con ellos mismos, su familia, amigos, clientes y con la propia ciudad de Pamplona.
Diario de Navarra
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