Se cumplen 50 años del acto propagandístico en Plaza de Oriente, utilizado por el régimen para tratar de contrarrestar las críticas internacionales por el Proceso de Burgos. El entonces príncipe Juan Carlos acompañó a Franco en el balcón. Pocos días después, el dictador reivindicó que estaba "asegurada hacia el futuro la continuidad del régimen".
Las movilizaciones por el Proceso de Burgos se recrudecían. El 14 de diciembre el dictador ordenó el estado de excepción en toda España, pero ni siquiera así logró frenar el clamor popular contra la pena de muerte. En ese contexto, la dictadura puso en marcha una operación para tratar de demostrar que no estaba tan sola como parecía.
Hubo una serie incontable de gritos tales como "Arriba España", "Viva Franco", "Viva el príncipe" o "la ETA al paredón", un inconfundible deseo respecto al juicio-farsa que en ese preciso instante se celebraba en Burgos. (klik egin-ver más)
Danilo Albín, en Público
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