Imaginemos ahora que se forma un pequeño incendio en una de las salas de la planta baja y que tras evaluar sus posibles consecuencias para la estructura del edificio y para las viviendas de alrededor, se concluye que es un fuego que se puede sofocar con los propios medios del Ayuntamiento.
Sigamos imaginando. Mientras quienes habitan la primera planta se ponen manos a la obra para intentar sofocar dicho incendio porque son los más cercanos al fuego, sus vecinos y vecinas de la segunda planta y de la buhardilla, comienzan a arrojar gasolina por el hueco de la escalera, a ver si el fuego pilla a sus enemigos políticos.
Ahora dejemos de imaginar y comparemos esta situación con la actualidad municipal y el conflicto laboral existente con gran parte de la plantilla de Policía Municipal, que es una realidad incuestionable. (klik egin-ver más)
Koldo Leoz, alcalde de Estella-Lizarra (en Diario de Noticias)
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