No era mi intención adentrarme nuevamente por terrenos ya recorridos, pero el contenido del Informe que me acaba de llegar del Instituto Arrupe sobre Injusticia padecida por integrantes de la Fuerzas de Seguridad del Estado, así como de sus familias, a manos de ETA, en el período comprendido entre 1960 y 2011, me obliga, en honor a la verdad, a dar mi opinión al respecto. Se trata de un Informe solicitado y financiado por el Gobierno Vasco, elaborado a partir de datos ya conocidos, a los que se han añadido catorce entrevistas individuales. Luego, conclusiones y sugerencias.
1.- En el Informe se afirma que la situación de aislamiento, soledad y marginación en la que han vivido las Fuerzas de Seguridad del Estado en el País Vasco (FCSE) fueron consecuencia de una estrategia de ETA contra ellas, fomentada por dicha organización para crear así un discurso que justificara luego los terribles atentados posteriores.
Pienso que este análisis es radicalmente incompleto y parcial.
Ese aislamiento, soledad y marginación existieron desde, al menos, la implantación del régimen de terror franquista, tras la ocupación militar de este país en los años 1936 y 1937, con la consiguiente represión. Muy anterior, pues, a ETA. (klik egin-ver más)
Eugenio Ibarzabal, en Noticias de Gipuzkoa
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