Alecrín, colectivo vigués de estudios sobre la condición de la mujer, ha echado el cerrojo. Tras 25 años de intensa agitación por la causa feminista, con más de 80 socias y 12 empleadas que no cobran desde hace 2 meses, se ve obligado a cesar porque ni el ayuntamiento, ni la Diputación de Pontevedra ni la Xunta le han querido renovar el convenio para el actual ejercicio.
Alecrín era pionero de la lucha por los derechos de la mujer en Galicia. Pero además fue la primera en todo el Estado en entrar en clubes de alterne y pisos de mujeres prostituidas, en personarse en procesos judiciales contra los dueños de estos negocios y la primera que logró mandar a proxenetas a la cárcel.
Las dirigentes que comparecieron en la comunicación pública del cierre, señalaron la fecha como un día muy triste y rehusaron responder a si la asfixia financiera podría deberse a un interés político deliberado. "La sociedad no ha alcanzado la mayoría de edad en asuntos de género", dijeron finalmente.
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