"Son verdaderos rehenes. Si pudieran, no les darían ni de comer. No tienen derechos, pero son personas. Aquí todo el mundo se llena la boca de derechos humanos, pero derechos humanos para determinadas personas, porque parece que para otras no los hay. Primero para Inés, y luego para todos los que estamos a su alrededor. ¿Por qué me tengo que ir yo hasta Murcia, mil kilómetros para cuarenta minutos de visita? Y ahora podemos hablar, pero es que al principio era dramático. No escondo ni oculto la rabia que siento, rabia de saber que es algo ilegal y que además sólamente ocurre en Turquía y en el Estado español. Inés lleva casi 22 años encarcelada, y durante 16 de ellos ha permanecido completamente aislada dentro de las propias cárceles a las que ha sido dispersada. Hoy es el día en que me lo sigo sin creeer. Nueve años más, por todo el morro…. Recuerdo las ilusiones y las perspectivas generadas en Tafalla porque desde julio del pasado año Inés debería de estar libre. Te lo esperas….pero no te lo esperas. Ves que lo están aplicando a todos, pero, no sé, te piensas que igual a ti no te lo hacen. Recuerdo cómo te ibas al monte y pensabas que dentro de seis meses podrías estar allí con Inés, pero es que ahora no tengo ninguna esperanza. Es increíble. De repente se te cae el mundo encima”.
Esto es lo que declaraba ayer a GARA Itziar Zamakona, amiga de Inés Del Río, ambas tafallesas. Inés está presa en Murcia tras pasar por Carabanchel, Avila, Córdoba, Puerto II, Algeciras, Albacete y Soto del Real. Fue arrestada en julio de 1987 y condenada a 30 años de cárcel. Su fecha de salida estaba fijada para el 2 de julio de 2008, pero la Audiencia Nacional solicitó en mayo del pasado año una nueva liquidación de la pena, fijada ahora para el 27 de junio de 2017, en aplicación de la llamada doctrina Parot, lo que supone de facto la cadena perpetua.
Desde que se creó la figura del Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria, la involución se ha acelerado hasta el punto de aplicar con retroactividad los cambios legislativos sobre condenas ya fijadas con un código penal distinto, incumpliendo así una de las normas más básicas que los estudiantes de Derecho aprenden en el primer curso de carrera. El resultado es que, hasta la fecha, 41 vascos son ya retenidos en las prisiones durante varios años más, cuando ya habían cumplido su condena de modo completo.
Fuentes: GARA , Intiymedia
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