El tratamiento de los residuos fue en Gipuzkoa el gran caballo de batalla de las las elecciones municipales y forales de mayo, con un importante desgaste tanto social como institucional de EH Bildu, correlativo a la recuperación de posiciones experimentada por parte de PNV y PSE, que suman hoy mayoría absoluta en la Diputación, cuya consejería de Medio Ambiente, ocupada por los socialistas, prevé instalar antes de finalizar la presente legislatura la proyectada planta incineradora de Zubieta, apoyándose en los resultados de mayo como rechazo a la recogida puerta a puerta y aval a la incineración como alternativa. Dicho anuncio iba acompañado de la imputación a la anterior corporación de haber ocasionado una fractura económica, valorada en un coste provisional de 45 millones de euros a las arcas guipuzcoanas.
Todo parecía ir sobre ruedas para la nueva mayoría provincial hasta que anteayer martes el Ayuntamiento de Lasarte-Oria aprobó una moción presentada por el PSE, que ocupa de nuevo la alcaldía tras el paréntesis de la pasada legislatura, apoyada por EH Bildu y Podemos y la oposición de PNV y PP, para presentar una alegación al Plan Territorial Parcial de Donostialdea contra la ubicación de la planta en la zona de Zubieta, que se encuentra en terrenos de Donostia pero a muy escasa distancia tanto del casco urbano de Usurbil como del de Lasarte. Con lo que volvemos al punto de partida: NO a la recogida selectiva, SÍ a la incineración, pero que los efectos no nos salpiquen siquiera. Que se construya la incineradora, pero lo más lejos posible. Nada nuevo respecto a lo que ya conocíamos hace bastantes años. Ellos verán cómo lo arreglan.
Praxku
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