600 personas llenaron ayer el cubo pequeño del Kursaal donostiarra para presenciar in situ una entrevista organizada por GARA con Arnaldo Otegi, reaparecido en la política vasca tras su salida de la cárcel. El contenido no defraudó. Sin abandonar su conocido discurso de señalar las posibilidades de avanzar hacia la soberanía por vías pacíficas, introdujo un tono vital y optimista para combatir el desgaste y la desmovilización que indudablemente sufre su mundo, que a pesar de todo como él dijo, mantiene estructurada una base social, puesto que “no se ha producido el desmembramiento de la izquierda abertzale”.
Praxku