Esa premeditación se ve más clara en la carga de la calle Estafeta, más aún
después de que se afirme que había policías de paisano incitando a atacar a la
Policía -lo que, por cierto, no ocurrió apenas, y de hecho no hay nadie herido
en ese lado-. Que se cargue a pelotazos, por primera vez en Euskal Herria desde
la muerte de Iñigo Cabacas, para que un grupo de gaupaseros no corte la calle un
domingo a las ocho de la mañana únicamente se puede explicar como parte de esa
campaña prefabricada y absurda. (klik egin-ver más)
Ramón Sola, en GARA