Desde que acabó la última guerra carlista (1872-1876) Navarra estaba convulsionada entre otras cosas por el problema de los comunales.
Durante la segunda mitad del siglo XIX, los ayuntamientos fueron vendiendo las mejores tierras del comunal para recaudar dinero tras una época larga en guerras que los había dejado descapitalizados.
El resultado es que estas tierras de comunal, que la gente humilde trabajaba para poder sobrevivir, quedó en manos de los pudientes de cada lugar.
A causa del descontento, en muchas localidades hubo incendios y sabotajes clandestinos contra los bienes de los compradores del comunal y contra los de los cargos municipales que habían consentido las ventas.
La peste del cólera castigó la población en 1885, la filoxera hizo estragos y acabó con los viñedos ... la gente más humilde, dependía de los jornales que a veces eran imposible de conseguir...
Por si fuera poco, una nueva obligación había recaído sobre los navarros: la del servicio militar que era esquivado por los ricos comprando sustitutos para librarse.
Los que iban a la mili tenían que pasar años en el ejército y a veces eran enviados a Puerto Rico, Cuba y Filipinas o a las colonias de África para pelear contra los insurgentes de aquellos territorios. (klik egin-ver más)
Mikel Burgui, en su blog