Los jóvenes de la Unión Europea están sufriendo desde hace años las consecuencias del sistema neoliberal que los impulsa hacia condiciones de vida insostenible debido a las decisiones que asumen sus gobiernos ante la crisis económica mundial.
Un estudio de la Fundación para la Innovación Política asegura que el compromiso político y la confianza en las instituciones públicas es mucho menor en Europa que en el resto del orbe, con los jóvenes franceses, españoles, ingleses, griegos y portugueses como líderes de la desconfianza. Datos oficiales proporcionados por la Oficina de Estadísticas de la Unión Europea (Eurostat) lo confirman: el desempleo juvenil hasta 25 años bate récord en Europa y ronda ya el 40% en algunos países. La agencia puntualiza que España posee el peyorativo récord con 43,6%; Eslovaquia, 36,6%; Lituania, 35,2%; Grecia, 30%; Portugal 28%, mientras los menos afectados son Austria, 10,3%; Alemania, 8,6%; Holanda 8,4%.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, se encargó de definir la situación cuando afirmó recientemente que las tasas son “escandalosas” y significó que “cualquiera que se preocupe por la Europa social sabe que esto no puede continuar”. Según Durao, la población europea menor de 25 años tiene una tasa media de desempleo del 25%, (con grandes variantes de un país a otro) y emplazó a los gobiernos del bloque a acelerar las reformas estructurales y la creación de empleo, sobre todo en sectores como la energía, el transporte y las telecomunicaciones.
Pero al parecer al señor Durao se ha olvidado que lejos de favorecer a los sectores públicos y a la producción real en los diferentes países que confrontan déficit económicos y fiscales, la troika integrada por la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europea (BCE) ha impulsado feroces medidas privatizadoras y neoliberales.
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Hedelberto López Blanch, en Rebelión