La residencia Virgen del Castillo, en Miranda de Arga, acoge a 28 residentes, de los cuales seis se encuentran en aislamiento con síntomas, sospechosos de portar el coronavirus, aunque por el momento no se les ha hecho la prueba que lo confirme. Ante esta circunstancia de incertidumbre y por el miedo a llegar a una situación de caos en el centro, la dirección ha decidido buscar voluntarios que ayuden en las labores diarias.
"Es una medida que vamos a tomar como prevención, tan solo por adelantarnos por si llega el momento en el que tengamos a muchas trabajadoras de baja con síntomas o con el propio virus y nos quedemos bajo mínimos", explica Estibaliz Espejo, directora del centro, quien lanzó el pasado domingo un comunicado pidiendo personas dispuestas para los próximos días "para elaborar listas de personas disponibles en caso de no tener suficiente personal en nuestra plantilla no para trabajar ahora mismo si no".
En la residencia trabajan 22 personas, una de ellas enfermera y ayer se sumó a la plantilla una segunda enfermera remitida desde Salud como parte del apoyo. "De momento ha habido tres bajas que se han podido cubrir bien", explica Espejo, al tiempo que relata que la búsqueda de voluntarios se hace con un afán previsor. "Los voluntarios estarían ayudando en las zonas no infectadas, como son lavandería o cocina", concreta Espejo. "Es una forma de organizarnos por si llega el caos y se reduce a mínimos la plantilla", concluye.
Diario de Noticias