domingo, 11 de febrero de 2018

LO DE PATXI ZAMORA

Como seguramente conocen en Avenida de Galicia, con Patxi Zamora me tomé un par de cafés hace unos años. Que ambos teníamos interés por desvelar las cívicas mangancias es algo sabido. Es también notorio que no nos une ni el ideario político ni muchas visiones sobre la sociedad. Con esto quiero decir que la afinidad que tenga con él no pasa de reconocer que ha hecho mucho para que se evidencie uno de los episodios de mayor decadencia de la Navarra actual, lo que vengo en llamar el expolio social de la Caja. Aquellos fatuos que amenazaban con querellas a quien cuestionara su decencia no han sido capaces de demandarle por “El banquete”, tácito reconocimiento de que lo que Patxi cuenta es sustancialmente veraz. Hace unas semanas me habló de lo ocurrido con la retirada de la tarjeta que le permitía acudir a su puesto de trabajo. Por resumirlo: necesita un pase de seguridad para acceder al interior de los aeropuertos, única vía de entrada al avión en el que presta servicio como tripulante de cabina. El pase lo concede la Guardia Civil, y sin él es imposible ejercer su empleo. Un día, sin ninguna explicación, se le retira la acreditación y ello supone su despido. Cuando me lo contó tardé en entenderlo. No podía -y sigo sin poder- imaginar que por la gracia de un uniformado con mando en plaza, sin que se hayan objetivado motivos, sin que se haya instruido ningún expediente, sin que se haya informado convenientemente al afectado, sin que se le haya permitido aportar sus alegaciones, sin garantía ninguna en el procedimiento y con tajante discrecionalidad, a un ciudadano se le retire la posibilidad de cumplir con sus obligaciones laborales.  (klik egin-ver más)
Santiago Cervera, en Diario de Noticias

VÍCTIMAS DEL TERRORISMO

“Nunca en Navarra, en 40 años de gobiernos que sucedieron a las estructuras del franquismo, nunca existió una estructura de Gobierno que impulsara políticas públicas de paz y convivencia, ni programas de promoción de una cultura de paz, respeto y convivencia, ni -todavía más grave- nunca ha existido una estructura institucional que promoviera políticas públicas de atención a las víctimas”. Son palabras de Uxue Barkos, presidenta de la Comunidad Foral de Navarra, en su discurso en el debate del Estado de la Comunidad en 2017.
La prudencia en el tratamiento de los temas delicados y la contundencia en las declaraciones de principios en respuestas a las continuas provocaciones son cualidades que cultiva la presidenta Barkos en sus intervenciones institucionales. Pero ese es el dato, tan contundente como las propias declaraciones. Que Navarra fuera hasta 2015 la única comunidad con víctimas del terrorismo sin ninguna estructura institucional era una de esas cosas anormales que pasaban en Navarra, y que nuestra sociedad acababa asumiendo como normal.  (klik egin-ver más)
Esther Cremaes, Ana Ansa, Armando Redondo, Jabi Arakama, Martintxo Arbilla, y Juana García Miembros de Zabaltzen (asociación integrada en Geroa Bai)

¡DEJAD QUE LLUEVA, DESEADLO!

Ya se ke empezáis a estar jart@s de la lluvia y tal. Pero es tan importante que lo haga!! Y más!!. Con cada nevada imagino las góticas frías filtrándose por la tierra y la roca de los montes, hasta alcanzar las cuevas donde se almacena nuestra agua dulce, que nos da la vida. Y respiro el aire y lo siento frío pero limpio!! Y me imagino la masacre de pulgas y otros bichos que estarán haciendo estas nevadas. Dejad que Llueva, que nieve, deseadlo!!! Luego en primavera, el mundo entero estaremos más guap@s y fuertes!! GABÓN!!!
La Chula Potra

OCURRIÓ EN LARRAGA

Pudo ocurrir en Auschwitz, pero ocurrió en Larraga, en Navarra. Y pudo llamarse Amira, Batia o Eliora, pero se llamaba Maravillas. Pudieron secuestrarla y violarla las Waffen-SS pero lo hicieron una cuadrilla de fascistas de pueblo cargados de vino peleón. Su asesinato bastardo pudo haberse redimido con un juicio como el de Nuremberg. Pero aquí, aquel matadero levantado en 1936, solo ha sido juzgado por los hijos del silencio. Y ha habido que esperar años para curar la anemia del tiempo. Ahora solo falta encontrar a los culpables. Aunque estén bajo tierra. Para acabar con este carnaval desprovisto de máscaras.
Paco Roda, en su página de Facebook