viernes, 10 de abril de 2020

EL GOBIERNO CENTRAL TRAGA ANTE LA DOCTRINA GLOBALISTA DEL ECONOMICISMO GENOCIDA

Es evidente que el confinamiento está dando sus frutos y que la tasa de contagiados se ha desplomado tras quince días de encierro máximo. Pero el Gobierno central ha decidido tragar con la doctrina globalista del economicismo genocida. El recetario de esta secta dice que el tsunami económico que se avecina se frenará por quince días de semiapertura. Ya...
Lo que se va a frenar es la recuperación sanitaria: los contagios se dispararán, las UCIs se colapsarán y las muertes aumentarán. Eso sí, el PSOE, el PP y el PNV estarán felices porque los datos macroeconómicos dicen que la economía ha rebajado su caída en una décima a costa de cientos de muertos más.
El trabajador, desamparado ante la tormenta, no tiene más remedio que volver a trabajar en áreas no esenciales. Esta decisión vomitiva traerá muertes y volverá a dar fuerza a una cadena vírica que se estaba rompiendo las últimas semanas.
En España, país de cigarras pícaras, las órdenes gubernamentales restrictivas son esenciales a la hora de frenar el contagio al no existir una conciencia personal adulta. Es decir, que el Gobierno debe mantener el confinamiento al máximo porque no somos hormigas y esto, por suerte en otros aspectos, no es Escandinavia ni Asia.
Aquí la peña está pensado en la playa, en qué listo es porque pasea al perro tres veces al día, en exhibir de forma obscena sus ayudas, en mostrar una solidaridad hospitalaria que no oculta la siniestra opacidad pretérita y en subir idioteces a las redes disfrazado de mamarracho, aplaudiendo a los trabajadores que contribuye a precarizar con su voto, cantando memeces para ayudar a su ego o bailando junto a focos de muertes.
Ya lo decía Warren Buffet: Sólo cuando baja la marea se sabe quién nadaba desnudo. Y ahora, que ha bajado la marea en términos morales, se ve con mayor claridad que convivimos en una sociedad maravillosa en la que por desgracia habita chusma irracional.

Pedro Pérez Bozal

EL HUNDIMIENTO DE LOS PAÍSES BAJOS

El 28 de febrero, los Países Bajos registraban su primer fallecido por COVID-19, cuando China rondaba los 2.800. Antes de esta crisis, el prestigio de su sistema sanitario ocupaba los primeros puestos del ránking mundial, por su eficiencia. Hoy, el país neerlandés ha superado los 2.200 muertos y los 20.600 diagnosticados. Su población es de 17 millones de habitantes. Proporcionalmente, ocupa el tercer lugar del ránking en Europa. Y su forma de contabilizar el número de fallecidos podría estar obviando a todas las personas mayores que mueren en sus domicilios que el Gobierno se niega a hospitalizar. Si pensaban que la cosa no iba con ellos, se equivocaron.
Estas son algunas de las claves del contraste entre la agresividad que han mostrado con su entorno y la evolución negativa de la pandemia en su territorio.
Pablo Gómez Cundins, en La Voz de Galicia

BERLÍN, SUENA EL TELÉFONO

Pedro Hola Angela, he hablado con Emmanuel, con Conte y con Rebelo de Sousa. Hemos decidido que si junto al MEDE se incluye un plan de reconstrucción para que pongamos en marcha distintos tipos de industria como la farmacéutica, que bien sabes nos hace falta, aceptaríamos.

AngelaPero hombre, Pedro. Eso si os sobra con lo que os damos que andará alrededor de un 2 o 3% del PIB para cada uno. Pero acuérdate de que entre 2009 y 2012 tuvisteis un déficit del 10% cada año y la cosa parecía menos grave. Si os sobra, lo podríamos hablar teniendo en cuenta las normas de competencia de la UE. No os podemos dar financiación para que levantéis un sector industrial. Así no funciona la economía. Mira, entre nosotras, ¿de qué nos sirve que desarrolléis una industria farmacéutica? lo que esperamos de vosotros es sol, gente bonita y cosas pintorescas. No te lo tomes a mal, pero estas cosas mejor directamente con la Virgen del Rocío.
Juan Ruiz, doctor en Economía por la UCM y miembro de La paradoja de Kaldor, en   ctxt.es

HUÉSPEDES EN EL CAMPING DE OLITE DURANTE EL CONFINAMIENTO

15 bungalows del camping de Olite están ocupados en estos días de confinamiento. El decreto del estado de alarma obliga al cierre de todos los alojamientos turísticos. De hecho, el camping está cerrado pero el aumento de coches en el aparcamiento exterior ha llamado la atención de algunas personas, una circunstancia que explica el encargado de las instalaciones, Kemil Terziv, porque "en el camping hay gente viviendo y cuando se decretó el estado de alarma vino la Policía Foral y dijo que había que sacar todos los coches al aparcamiento, por eso aunque el camping está cerrado ahora se ven tantos coches fuera".
La norma general de cierre tiene algunas excepciones como la de permitir la estancia de clientes hospedados de manera estable o de largas temporadas y este es el caso de quienes están en el camping de Olite durante el confinamiento.
Por cierto que para esta Semana Santa tenían reservadas todas las plazas y han ido quedando anuladas.
SER Tafalla