De nuevo tuvimos una dolorosa sorpresa al visitar ayer un pueblo navarro, uno de los más alejados. La iglesia de San Millán de Petilla de Aragón luce esta placa de exaltación del sublevamiento totalitario, "en honor a los heroicos combatientes del pueblo caídos en el glorioso movimiento nacional de 1936-1939". ¿Alguien puede poner en duda que semejante texto quebranta la ley de Memoria Histórica y exalta la ruptura de la convivencia que entonces se forzó? Una convivencia que se evidencia que aún no está restablecida puesto que son más que numerosos los miembros de la judicatura de inspiración franquista que siguen favoreciendo que la ley quede en papel mojado.
La placa de Petilla está en perfecto estado y su aspecto delata que la han limpiado recientemente, hasta el punto de parecer prácticamente nueva. La responsabilidad probablemente sea de la Iglesia y no del Ayuntamiento, pero su ubicación obedece al deseo de que se contemple desde el exterior, en este caso desde la plaza, el punto central de la localidad.
Si no se puede hacer más, no descansaremos en hacer públicos todos estos casos, desgraciadamente cotidianos todavía, de vergüenza para cualquier persona decente.
Praxku