domingo, 16 de agosto de 2015

HOMENAJE A ÁNGEL LARRAÑETA

El montañero Ángel Larrañeta, de 67 años, vecino de Antsoain, ha muerto hoy al despeñarse en el pico Mir, en el Pirineo oscense, cerca de Benasque. Junto por su afición por la montaña, Ángel destacó siempre por su compromiso social. Sus compañeros del sindicato CGT destacan de él su "oposición a cualquier forma de injusticia".
Chema Berro, trabajador de Osasunbidea, miembro de la Asamblea por el Cambio Social y compañero de sindicato del montañero fallecido, le dedica esta semblanza de urgencia en la web de la CGT:

La noticia de la muerte de Ángel Larrañeta, recibida a distancia y por sorpresa, retumba en mi cabeza como un mazazo. Ángel ha sido una de las personas más cabales que he conocido. Siempre activo sindical y socialmente, ha desplegado en esa actividad una apuesta a la vez tan arriesgada como sensata. (klik egin-ver más)


CARADURA

La diplomacia ginebrina es su tónica de comportamiento. Roberto Jiménez, actual secretario de Emigración en la Ejecutiva Federal del PSOE, se mofa de la bajada de sueldos oficiales en instituciones navarras. Considera que lo que realmente hacen es "ganar dinero, porque antes ganaban cuatro pelas". Realza que simulan "un gran esfuerzo, cuando están ganando más que en la vida civil". Como contrapunto, su ejemplo personal: "Algunos podemos decir con orgullo que vinimos perdiendo dinero por servir a Navarra". Una barcinada, como cuando la presidenta-dietista aireó que ganaba más en la Universidad. El propio Jiménez mide en cuatro años su trabajo profesional como abogado y socio en un despacho de Pamplona, más bien en una asesoría profesional. Un tejemaneje político interno, que cambió el sentido del voto del PSN, favoreció el traspaso de La Montañesa a la multinuacional francesa Connex, lo que fue recompensado con un contrato como miembro de su equipo de asesores jurídicos. Jiménez disfrutó de las dobles y triples dietas en una mañana en reuniones de la Junta de Entidades Fundadoras de CAN, con "soporte estatutario" pero sin soporte ético. El verdadero oficio de Roberto Jiménez ha sido el de puntillero, certero rematador de la honestidad y credibilidad de una Agrupación Socialista de Navarra del Partido Socalista de Euskadi -que conocimos abrazada a la ikurriña y con consejero tafallés en el Gobierno Vasco- y de un posterior PSN-PSOE envuelto en la bandera monárquica, renegador de los valores republicanos de izquierda, sustentador de la derecha foral, cómplice en la demolición de nuestro instrumento financiero autóctono, depredador reiterado de esperanzas de cambio. Eso sí, el abogado Jiménez ha perdido todos los juicios con jurado popular: las elecciones. Hasta cuando aspiró a concejal por el PSE en Araia (Álava). Descalificó al nuevo Parlamento como "un gaztetxe autogestionario". Quizá tenga más aprecioa los antros de tahúres.
Carlos Pérez Conde, en Diario de Noticias