Lo que nos parece de todo punto inaceptable es el hecho de celebrar dicha inauguración con la inevitable bendición del recinto. No sabemos quién fue el responsable de la organización del evento y por tanto el responsable de incluir dicho acto religioso en el mismo, pero habrá que suponer que sería el Ayuntamiento, toda vez que es una instalación municipal, que el Ayuntamiento ha sido el impulsor de la obra y la ha costeado y que la alcaldesa ha figurado en primera fila. Lo diremos sin rodeos: el acto religioso de la bendición nos parece fuera de lugar.
El Ayuntamiento es una institución de un Estado aconfesional, según marca la Constitución. Alcaldesa y concejales juraron o prometieron respetar y acatar dicha constitución y regirse por sus principios (aunque fuera por imperativo legal) al tomar posesión de sus cargos. Cualquier referencia confesional en actos públicos como Ayuntamiento está, pues, fuera de lugar. El Ayuntamiento, como toda administración pública, se debe por igual tanto a la ciudadanía que profesa cualquier religión como a quienes no siguen los preceptos de ninguna o son decididamente ateos.
Se da la circunstancia, además, de que en el C.D. Alesves juegan futbolistas de religión diferente a la católica, en unos casos, o que, en su defecto, no profesan ninguna de ellas. Bendecir el campo de fútbol, teniendo esto en cuenta, es también una falta de respeto a la pluralidad.
Es hora ya de abandonar estas costumbres sin recurrir a justificaciones como una mal interpretada tradición, de no pretender imponer una ideología de parte y de regirse por normas estrictamente civiles. Ello no supone en modo alguno un ataque a ninguna religión, más bien al contrario: dejando las religiones y sus rituales en la esfera del interior de sus templos y de la conciencia de sus fieles y construyendo una sociedad regida por leyes y pautas de inspiración civil y aconfesional estaremos dando grandes pasos en pos de la convivencia.
Agrupación Independiente de Izquierdas de Villafranca