Nuestra vocación comarcal que prioriza la información relacionada con la Zona Media no nos lleva a despreocuparnos por la situación que se vive en las comarcas más deprimidas de Navarra. La crisis económica y la connivencia entre la patronal y el gobierno foral, a quien no parece importar demasiado la desindustrialización y la amenaza del éxodo de los territorios comanches que políticamente no controlan, están convirtiendo la Sakana en un desierto industrial. Tras la brutal pérdida de puestos trabajo en Sunsundegui, cerraron Dinescom en Ziordia, dejando a más de cien personas en la calle, Recindsa en Altsasu, y más recientemente, en enero, Isphording también en Altsasu, donde 95 trabajadores, en su mayoría mujeres de edad madura, han perdido su fuente de vida. Y muchas de las empresas que de una u otra manera se mantienen están con EREs temporales. Y la psicosis de cierre laboral la aprovechan algunos empresarios para imponer recortes salariales e introducir condiciones más desfavorables de trabajo.
Y ante esta dramática situación el gobierno foral se limita a aprobar todos los EREs y levantar acta de los despidos. La carencia de una política industrial tiene un efecto devastador en esta zona en la que el tejido productivo es maduro y muy vulnerable a la deslocalización. La ausencia de voluntad por canalizar inversiones para modernizar y diversificar este tejido han hecho que Sakana sea la primera en el ranking de crecimiento de paro incrementándose el número de parados en 2009 en más de un 100% en datos comparativos con respecto a los mismos meses de 2008. Una zona que en 2006 tenía pleno empleo, en enero de 2010 contaba con 1.300 personas apuntadas en el INEM. Y de ser receptora de mano de obra, Sakana comienza a ser zona de emigración. Ya no por el retorno de los que llegaron, sino también por la marcha de nativos a otras zonas menos castigadas.