En nuestras retinas todavía la brutal carga policial que reprimió la protesta
popular en Madrid el 25S en su intento de rodear el Congreso de los diputados
pidiendo más democracia. Y, en el ánimo, el estupor por la violencia con la que
se quiere castigarla. Pero también la vigilia portuguesa ante el Palacio
presidencial de Belém en Portugal que, solo 4 días antes, culminó cantando, en
paz absoluta, el Grándola vila morena, himno de la Revolución. La huelga general
en Grecia. (klik egin-ver más)
Rosa María Artal, en El Periscopio