Cualquiera que circule habitualmente por las carreteras del valle del Aragón sabe del lamentable estado de las mismas, si se hace excepción relativa de los tramos Mélida-Carcastillo y Santacara-Murillo el Fruto, esta última hace poco corregida con mayor ancho de vía para soportar el tráfico al que le va a someter la presencia del macro-vertedero de Indugarbi. Ir de Mélida o Rada a Caparroso, o de Santacara hacia Pitillas, por poner dos casos, impone respeto.
Pues bien, al director del Departamento de Administración Local nos intenta vender en un artículo escrito en el Diario de Cordovilla que el anuncio de su gobierno de emprender entre 2014 y 2015 el arreglo de algunas de esas carreteras supone una gran alegría y motivo de reconocimiento. A Pedro Pejenaute, melidés, que acostumbra a ensalzar machaconamente una y otra vez vez la gestión de UPN en los pueblos de la comarca, hay que aguantarle, además de su impúdico y empalagoso partidismo, la insultante valoración que hace de la inteligencia de la ciudadanía.
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