jueves, 16 de abril de 2020

TAFALLA GUARDARÁ LUTO OFICIAL POR LOS FALLECIDOS DEL COVID-19 HASTA EL FIN DEL ESTADO DE ALARMA

El alcalde de Tafalla Jesús Arrizubieta ha decretado luto oficial en el municipio como reconocimiento y recuerdo de los fallecidos por causa del coronavirus. Esta situación de luto con sus correspondientes signos de condolencia se mantendrán durante todo el tiempo que dure el estado de alarma y hasta nueva disposición. 
Las banderas de Tafalla situadas en el exterior de todos los edificios oficiales del Ayuntamiento ondearán ininterrumpidamente a media asta mientras que las situadas en el interior de dichos edificios lucirán un crespón negro.
El alcalde muestra públicamente su "agradecimiento al personal sanitario y del resto de servicios esenciales por su indudable profesionalidad y consideración por las personas que ya no están y por las que nos dejarán". 
De la declaración de este decreto se dará cuenta al Pleno en la próxima sesión que celebre.

MANU AYERDI PRESENTA NUEVAS AYUDAS PARA EL COLECTIVO DE AUTÓNOMOS DE NAVARRA



El consejero de Desarrollo Económico y Empresarial del Gobierno de Navarra, Manu Ayerdi, presenta un nuevo paquete de ayudas para el colectivo de las y los trabajadores autónomos de Navarra.  

- Reconocimiento de la prestación extraordinaria por cese de actividad, con 2.200 € para casi 10.000 personas.  
- Ayudas para para autónomos/as que han visto reducida su facturación al menos en un 30%, con 700 €.

BRASIL Y EL RETORNO DEL ESTADO HOBBESIANO

El modelo fascista que ha venido impulsando Bolsonaro a la nación brasileña ha significado intensificar este patrón de comportamiento que se expresa en más odio, más violencia, más discriminación y más prejuicio. Su recurrente conducta de despreciar las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud y de los especialistas en epidemias, viene dividiendo cada vez más a la sociedad brasileña, entre aquellos fanáticos que promueven el retorno a las calles y a la actividad laboral como si todo estuviera normal y aquellos que continúan respetando las recomendaciones de mantenerse en aislamiento en sus residencias, evitando hasta donde sea posible los contactos interpersonales.

Por el contrario, el capitán de reserva se ha dedicado a pasear por las arterias de la capital, alentando a que la población haga lo mismo y creando un abismo insuperable entre sus seguidores y el resto de los ciudadanos que desean mantener el confinamiento y el distanciamiento social. Bolsonaro acrecienta con su conducta irresponsable y beligerante, las fracturas de un país que ha tenido que soportar una crisis sistémica durante los últimos años. Pero no solo eso, él también comanda un camino sin regreso hacia la diseminación del Covid19 por todo ese enorme territorio con consecuencias trágicas en términos de vidas perdidas y de personas infectadas. Como ya han alertado algunos analistas, todo lleva a suponer que el presidente quiere emprender una cruzada hacia un suicidio colectivo, tal como lo hiciera en el año 1978 el reverendo Jim Jones en Guyana.

Fanatismo religioso y autoritarismo en el marco de una sociedad tutelada se configuran como claves explicativas para intentar comprender la adhesión que aun concita Bolsonaro en casi un tercio del electorado brasileño. Todo ello en el contexto del papel cada vez más protagónico que han asumido los militares dentro de la actual administración, quienes tienen más injerencia en este gobierno de aquella que poseían durante el periodo de la dictadura cívico-militar inaugurada en 1964. (klik egin-ver más)
Fernando de la Cuadra, en Rebelión

COVID-19; UN ESBOZO DE LA ESCLAVITUD ANIMAL

Bajo un confinamiento parcial e inmersos como estamos en esta crisis del coronavirus, ya desde los primeros días de reclusión hay quien se queja por lo que supone dicho estado para la libertad de movimiento, olvidando precisamente que estas limitaciones velan por la salud pública , sin embargo, no acaban de tener claro el concepto que representa el hecho de quedarse en casa. Incluso tienen la desfachatez de equiparar esta problemática utilizando términos bélicos para referirse a dicha situación.Pues bien. Todo ello apenas constituye un simple bosquejo de lo que día tras día padecen millones y millones de animales, especialmente los destinados al consumo humano, animales que de la forma más natural intentan abrirse paso ahora que la incursión del ser humano en sus vidas resulta menos demoledora y traumática. Una cárcel obligada para estos animales que sienten, confinados en un espacio ínfimo. Sin apenas posibilidad de sentir la luz del sol, o de poder salir a buscar su comida y en infinidad de ocasiones, acompañado de un maltrato infrahumano, difícilmente descriptible. Ahora bien, estas limitaciones para todos nosotros, temporalmente supone un fugaz instante como apuntábamos anteriormente, si lo comparamos con todo el sufrimiento que a lo largo de sus vidas, a veces escasas, padecen sin ningún horizonte de esperanza donde agarrarse. Una cadena perpetua en toda regla. Bajo este planteamiento y durante este paréntesis social, embargados por una sensación de premura por escapar a cualquier lugar, ¿seremos capaces de mostrar un atisbo de empatÍa hacia ellos?Ahora que la naturaleza es un poco más libre para expresarse, ¿tendremos la sensibilidad suficiente como para escucharla y por ende, respetarla definitivamente?
José Javier Napal Górriz (presidente de la Asociación Libertad Animal Navarra)

INQUIETANTE TASA DE LETALIDAD, REFLEJO DE LA GRAN CANTIDAD DE CASOS NO DETECTADA

La tasa de letalidad del coronavirus en la CAV es casi del 8%, más concretamente, del 7,86%. Aunque la peor parte se la lleva Araba, con prácticamente un 9%. En Nafarroa está en torno al 6%. Así es al menos si tenemos en cuenta los casos oficialmente diagnosticados, y sería una barbaridad si representara realmente el porcentaje real de infectados por Covid-19 que acaban falleciendo. Por ponerlo en contexto, la gripe común tiene una tasa del 0,13% y la de la gripe H1N1, cuyo brote nos trajo de cabeza en 2009, del 0,2%.
Si esas cifras fueran reales estaríamos hablando de tasas cuarenta, cincuenta o sesenta veces más altas que las de la gripe, y similares a las del SARS, otro coronavirus que apareció en 2003 y que tuvo una tasa de letalidad del 13%, aunque afortunadamente se propagó muchísimo menos que el Covid-19. Igual que el MERS, otro virus de la familia, que tuvo una tasa de mortalidad enorme, del 30%, pero que estuvo muy localizado, sobre todo en Oriente Medio.
En realidad, el virus que nos tiene enclaustrados no llega a esos extremos, y sin ser «como una gripe», como se llegó a decir al principio, tampoco alcanza las cifras de sus predecesores. El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo la semana pasada que su tasa de mortalidad es «10 veces superior» a la de la gripe. También se ha publicado que fue del 2% en Wuham, su lugar de origen, y el 0,7% en otros puntos de China.
Lo que indican esos porcentajes tan altos de letalidad que tenemos aquí es que existe una gran cantidad de casos que no han sido detectados. Si tomáramos como referencia ese 2% del que se hablaba inicialmente, el 8% de la CAV indicaría que sólo se ha contabilizado uno de cada cuatro casos, y que un 75% no habría sido diagnosticado. Y el 6% de Nafarroa representa un descontrol del 66%. Y si la tasa real es del 1,3% o del 0,7%, siguiendo con el ejemplo, serían todavía más los positivos no detectados.
Es probable por tanto que la gran mayoría de personas infectadas, asintomáticas en gran parte, no consten en los registros oficiales. Por este motivo, algunos gobiernos ya han empezado a hacer test a muestras significativas de población para conocer cuál es el alcance real de la enfermedad y adecuar sus estrategias en función de ello.
GARA