Contaba en 2016 en una entrevista Carlos Pérez Nievas (líder de Ciudadanos en Navarra, a solo 136 votos de obtener un parlamentario en las forales de 2015) que poco antes de aquellos comicios le llamó Javier Esparza -UPN- para ir juntos a las elecciones, un intento de UPN dentro de su estrategia de todo vale que fue desestimado por Ciudadanos desde Madrid. Entonces, Pérez Nievas afirmaba que “las políticas básicas en salud, educación y política social deben estar gestionadas por el gobierno central”, algo curioso en quien ha sido consejero de Educación apenas unos años antes gracias a CDN, un partido profundamente foralista, pero ya se sabe que estos son mis principios pero si no le sirven tengo estos otros. Ahora, Pérez Nievas y Ciudadanos en Navarra y en España llaman cuponazo al cálculo del Cupo Vasco, el homónimo al concierto navarro, dos situaciones recogidas por esa Constitución que dicen respetar pero a las que, en el fondo, pretenden despojar de su mayor contenido posible -“armonización fiscal” es despojar de autogobierno-, achacando que no se sabe por qué se paga una cifra u otra y que eso lleva a que no se sepa si Navarra y País Vasco son o no “corresponsables y solidarias”, cuando Navarra y País Vasco llevan decenas de años aportando más porcentaje de su PIB a España que el peso real de su economía dentro de España. En cualquier caso, Ciudadanos está en su derecho de plantear el modelo que le plazca, pero de lo que no cabe duda es de que ir laminando los fueros no les supondría problema ninguno. Y a Javier Esparza esto, como ya se vio en 2015, le importa un higo y sería capaz de ir con ellos feliz de la vida, porque los fueros están a siglos luz de lo que quieren de verdad: el poder, a cualquier precio, autogobierno en retirada o eliminado incluido, como ya se vio cuando Salvador (UPN) votó en el Congreso por recentralizar competencias en Educación.
Jorge Nagore, en Diario de Noticias