En 1953 llegó a los cines del Estado Español la película Mogambo, en la que el personaje que interpretaba Clark Gable se enamoraba de una persona casada (interpretada por Grace Nelly), con lo que podía ocurrir un adulterio, y eso no lo podía permitir la censura. Así que no se le ocurrió otra cosa que convertir al matrimonio en hermanos, con lo que no hizo más que empeorar la situación, pues ahora se trataría de un incesto.
A principios del siglo XVI, un cronista castellano escribía: “…todos juntos, cruces y espadas, libros y látigo, sabios y aventureros, sotanas y corazas partieron por el mar a conquistar ese nuevo mundo…”: y de nuevo, esta vez en Bolivia, el 10 de noviembre, con la excusa de un fraude electoral, se acabó de consumar un golpe de estado largamente planificado contra su legítimo presidente Evo Morales, que bajo la amenaza del jefe del ejército para que abandonase el cargo se ha debido de exiliar a México. Pero si hay una zona del mundo especialmente sensible a los golpes de estado de tantos como ha sufrido de su vecino del norte esa es Latinoamérica, y los autores intelectuales de dicho golpe, las clases adineradas descendientes de los conquistadores de hace 500 años y sus mentores, no se les ha ocurrido mejor idea que intentar dar al golpe dado por los militares la apariencia de una rebelión popular, e imponer un gobierno cívico de facto conformado todo él por elementos de la oposición más radical y retrógrada. (klik egin-ver más)
Desde Turquía, Jose E. Josela