lunes, 6 de mayo de 2019

LETIZIA A UNOS EMPLEADOS DEL CORTE INGLÉS: "YA ESTÁIS MIRANDO, EN VEZ DE TRABAJAR"

El carácter de la Reina Letizia ha vuelto a provocar una polémica pública. Lo último ha sido cuando ha ido a la sección de belleza de El Corte Inglés de Pozuelo, lugar al que los Reyes suelen ir para hacer algún regalo o comprar algún capricho.
El cuidado de su pelo es normalmente el motivo de la visita de Letizia a este centro comercial donde compra unos champús especiales.
Cuando las empleadas le dijeron que no tenían su ansiado champú porque no había más en toda la tienda, Letizia, que se había desplazado 7 kilómetros desde la Zarzuela hasta allí, parece que se contrarió.
Una de las empleadas le ofreció entonces un producto similar para que el viaje no fuera en vano.
Según publica ‘losreplicantes.com’, Letizia no aceptó la oferta y le dijo a la empleada con gesto enfadado: «Sí, claro, para que me manchéis el pelo de grasa».
En aquel momento, muchos empleados y curiosos se acercaron a contemplar la escena. El digital detalla que este público no le agradó al parecer a la monarca ya que se giró hacia los clientes y empleados y les espetó contrariada: «Ya estáis mirando en vez de trabajar».
Hace escasas semanas, Doña Letizia dejó paralizada a una alumna cuando le dijo: «No me cuentes esto otra vez, que ya me lo han contado al entrar»
Digital Sevilla

EL PARQUE DE LAS UXUE, UXUA Y UJUÉ

Todos conocemos las dificultades que muchos matrimonios tuvieron en tiempos del franquismo y de la Iglesia preconciliar a la hora de inscribir a sus hijas con los nombre que ellos querían.
Por una parte, la iglesia ponía pegas si se quería bautizar a una niña solamente con el nombre de Ujué. Había que ponerle por delante el de Maria.
La variante Uxue tenia más dificultades de poder ser inscrito. Y no digamos si el nombre previo obligatorio de Maria se quería inscribir bajo la forma de Miren.
El registro civil era mucho mas difícil de eludir. Todo lo que sonase a euskara estaba terminantemente prohibido.  (klik egin-ver más)
Mikel Burgui, en su blog