Osasunismo en estado puro. El aliento en el cuello, el culo prieto, el miedo en el cuerpo y dos jornadas para el cielo o para el infierno. No hay más.
Y digo bien cuando hablo de cielo. Es cielo porque mantenerse con este plantel y con un cuerpo técnico que hace unas fechas ya da muestras de agotamiento y de no dar más de sí es un milagro de los que los creyentes harían peregrinación. (klik egin-ver más)
Desde los ojos de Irunsheme