Los cinco imputados del caso Egunkaria han quedado absueltos. El juez Bermúdez dice ahora además que el cierre del diario fue de "dudosa constitucionalidad".
A pesar de la amargura acumulada durante siete años, a pesar de la evidencia de estar ante una gran farsa de cuyo desenlace sólo discreparán públicamente los ultraderechistas declarados de Dignidad y Justicia y la AVT, haber arrancado esta sentencia es una victoria de todos quienes han luchado por que se supiese también fuera de Euskal Herria la verdad de aquella vergüenza de cerrar un periódico en una democracia y torturar a sus directivos. Nadie podemos saber qué hubiese ocurrido sin esa comprensión de algunos demócratas españoles que aunque de forma tardía han entendido el sentimiento de solidaridad que en cuanto se produjo el cierre se inició de forma inmediata en Catalunya.
¿Quién paga ahora el mal hecho? ¿dónde está la responsabilidad política del gobierno del PP que se cargó las garantías judiciales y las libertades individuales con la excusa de combatir al terrorismo? ¿y de la posición colaboradora de la oposición de entonces? ¿y del silencio cómplice de la práctica totalidad de los medios estatales? ¿quién compensa a los imputados y a toda la sociedad vasca por este atropello?
Praxku