Durante casi dos décadas los distintos gobiernos de UPN, en coalición con el CDN y con apoyo parlamentario del PSN, financiaron con cargo a los presupuestos de Navarra la estructura, la actividad y la organización interna de los sindicatos UGT y CCOO, y en menor medida también de la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN).
Una veintena de convenios bilaterales entre la Administración y los agentes sociales, sumados a las subvenciones para cursos de formación permitieron financiar los salarios de personal vinculado al sindicato, organizar actividades propiamente sindicales y sufragar gastos generales y de funcionamiento de sus distintas sedes. Toda una estructura administrativa paralela creada a través de los distintos planes de empleo que se han venido firmando desde 1998, y que ha derivado en una connivencia política de tinte clientelar y en un sindicalismo subvencionado. (klik egin-ver más)
Ibai Fernández, en Diario de Noticias